LA F.m. obtuvo en primicia las grabaciones que son prueba reina en la Fiscalía. Los audios demuestran que las salas plenas de los magistrados estaban siendo escuchadas de principio a fin de manera ilegal. A través de sofisticados aparatos de grabación camuflados aparentemente en el salón de audiencias, los interesados en escuchar al alto tribunal, tenían en detalle el minuto a minuto de las intervenciones de los magistrados.
Así como sus posiciones frente a los temas más álgidos y de la propia voz de los miembros del más importante tribunal de justicia en Colombia.
Quienes grababan y quienes recibían las grabaciones escuchaban hacia donde iban las decisiones de la Corte y por supuesto, sabían el punto a punto de cada decisión que tomaban en la sala plena.
LA F.m. obtuvo una de las grabaciones de muchas que reposan en las instalaciones del bunker de la Fiscalía y la cual fue entregada a los investigadores por un testigo que hoy está colaborando con los fiscales que tratan de encontrar a los responsables del escándalo de las chuzadas y seguimientos ilegales a magistrados, políticos, opositores, defensores de Derechos Humanos y periodistas.
La grabación conocida por LA F.m. corresponde a la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia del día 17 de julio de 2008. Se trata de 4 horas y 11 minutos de audio. En ella queda evidenciada la impresionante práctica que violó la reserva de las sesiones privadas del alto tribunal.
Aquí en LA F.m. les relatamos paso a paso como transcurre esta grabación.
En principio, el equipo de grabación es instalado en la Sala de Audiencias justo una hora y 25 minutos antes de la llegada de los magistrados.
Una hora y 25 minutos después van llegando al recinto uno a uno los magistrados que conforman la Corte Suprema de Justicia, presidida en esa fecha por el magistrado Francisco Ricaurte.
Según los técnicos investigadores, el equipo con el cual se grababan ilegalmente las reuniones privadas de la Corte, era de última generación y tenía muy buena capacidad en tiempo de grabación, es decir, rodaba y grababa sin interrupciones hasta 8 y 12 horas con una altísima fidelidad en el sonido. A pesar de las distancias entre los magistrados en el salón, el aparato captaba todas y cada una de las voces.
Continúa la grabación obtenida por LA F.m. con la llegada de la Secretaria de la Sala, Teresa Ruiz Núñez, quien llama a lista y lee el orden del día.
Ya a esta altura la sesión empieza formalmente con el saludo del presidente de la Corte de la época quien comienza a reportar una reunión suya con el presidente Uribe tres días antes.
El magistrado Ricaurte continúa su intervención ante la sala y reporta que en la reunión con el presidente Uribe también hablaron de extradición.
Y continúa la grabación ilegal conocida que demuestra como espiaban a la corte Suprema de Justicia.
Ricaurte en ese momento tocó uno de los temas más sensibles que se hablaron en la reunión realizada en las instalaciones de la Corte Suprema el día 14 de julio del 2008 con el presidente Álvaro Uribe. Se trataba del enfrentamiento entre el primer mandatario y el también magistrado y ex presidente de ese tribunal, César Julio Valencia.
Finalmente el presidente de la Corte Suprema les reporta la posición de Uribe frente a la reforma a la justicia.
La intervención de Ricaurte termina con un reporte a los magistrados sobre otras reuniones a las que asistió en nombre de la Corte, una en el club de abogados, otra el 16 de julio de ese mismo año en la celebración de los 195 años de la independencia de Cundinamarca y una más por la celebración del día del conductor, quedando muy claro para quienes grababan y quienes recibían la información de los audios, qué hacia el presidente de la Corte Suprema por fuera de las salas, donde no podía ser grabado. Aún así quedaba el reporte de sus otras actividades donde también iba en nombre del alto tribunal.
La grabación obtenida por LA F.m. y divulgada esta mañana, además, contiene las posiciones de todos los magistrados de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia sobre temas muy delicados, así, quien recibía los reportes de las grabaciones podía conocer de primera mano quienes estaban a favor y quienes en contra de algunos temas donde la Corte tenía que tomar decisiones o adoptar posiciones.
Nada quedaba a la obligada reserva, todo llegaba a unas manos sobre las cuales la Fiscalía ya tiene serios indicios.
Aquí presentaremos solo algunos fragmentos de las intervenciones de varios magistrados.
Para empezar se nota en el audio que tras acabar su intervención el presidente de la Corte, toma la palabra el magistrado Eduardo Adolfo López Villegas, de la sala laboral, quien aborda el tema de la reforma a la justicia.
Luego interviene el magistrado pedro Octavio Munar Cadena, de la sala civil, quien expone su posición sobre el tema.
Continúa con su intervención el magistrado William Namèn, de la sala civil. Luego se escucha al magistrado Edgardo Villamil Portilla, también de la sala civil.
Y así sucede con el magistrado Camilo Humberto Tarquino Gallego, de la sala laboral
Sigue hablando ante la sala plena el magistrado Arturo solarte
Después de varias horas de grabación el presidente de la Corte Suprema, en julio de 2008, Francisco Ricaurte, retoma con una proposición luego de las deliberaciones, y comenta algunos asuntos administrativos.
La reunión termina, incluso se escucha el sonido del martillo que es utilizado por el presidente de la Corte.
Entonces los magistrados se despiden entre ellos, sin imaginar que todo, absolutamente todo fue grabado, que la intimidad de sus pensamientos y posiciones, incluso particulares y no de sala, fueron violados y llegaron a manos criminales.
Los magistrados salen de la sala, pero el aparato aún sigue grabando, ya en el salón no queda nadie.
Minutos después, solo se escucha hablar a dos mujeres que ingresan al lugar. Curiosamente la grabadora es retirada en ese momento del lugar donde fue instalada y donde se mantuvo oculta para registrar hasta los suspiros de los magistrados.
Los investigadores saben que esta no fue la única vez que los magistrados de la Corte Suprema de Justicia fueron escuchados, los investigadores saben que muchas de sus salas plenas en donde se discutían temas como reelección, paramilitarismo, narcotráfico, parapolítica, extradición, reforma a la justicia y demás.
En un hecho sin antecedentes, estas informaciones con su minuto a minuto llegaron a manos de unas cabezas que integraban lo que la misma Fiscalía ha calificado como una empresa criminal, que tenía vida porque se camuflaba en las labores de inteligencia desmedidas de algunos funcionarios y altos directivos del DAS y muy probablemente con el conocimiento de funcionarios de la Casa de Nariño…
El primero en dar el campanazo sobre las grabaciones de las reuniones privadas de la Corte Suprema fue el fiscal delegado ante la Corte, Misael Rodríguez, quien ante un juez de garantías hizo la siguiente afirmación el día 10 de abril en la audiencia de imputación de cargos contra 5 ex funcionarios del DAS.
Los investigadores de la Fiscalía tratan de establecer por qué entre las grabaciones que entregó el testigo que está colaborando con la justicia, aparecen además otros audios que claramente fueron hechos en los pasillos de la Corte, en las oficinas, e incluso en los mismos comedores de las instalaciones donde funciona el más alto tribunal de la justicia en colombiana.
La pregunta para los investigadores no solo es quién grababa a los magistrados, sino fundamentalmente por orden de quién, para qué y a quién llegaba la información de lo que se discutía privadamente en las sesiones de la Corte Suprema de Justicia.
Además a quiénes les interesaba saber lo que sucedía en esas reuniones confidenciales, en las que se planeaban las posiciones oficiales de la Corte que luego se harían públicas, sin los detalles de carpintería de la privacidad de las salas plenas.
La totalidad de las grabaciones ilegales de las reuniones privadas de la corte suprema serán reveladas poco a poco durante los juicios que se vayan adelantando contra ex funcionarios del organismo de inteligencia de la Casa de Nariño, el DAS.
Hoy las cintas reposan bajo estricta vigilancia en el búnker de la Fiscalía.
Fuente: LA F.m.
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